
Desde la aparición del sistema antibloqueo de frenos (ABS), el control de estabilidad u otras ayudas electrónicas, los conductores se han ido habituando a contar con el apoyo del vehículo en momentos críticos. Ahora, los sistemas ADAS van un paso más allá: asisten al conductor en numerosas situaciones cotidianas y suponen el primer paso hacia una conducción semiautomatizada, en la que la tecnología interactúa de forma natural con el ser humano para mejorar la seguridad y la comodidad al conducir.
Una jornada cualquiera, más segura con Suzuki
Una familia se dispone a iniciar su rutina diaria: llevar a los niños al colegio, ir al trabajo, hacer la compra y regresar a casa. El conductor se sienta al volante del Suzuki S-Cross, donde la tecnología empieza a actuar incluso antes de arrancar. El vehículo detecta que uno de los pequeños no se ha abrochado el cinturón y lanza una alerta visual y sonora para solucionarlo.
Al salir del garaje en marcha atrás, entra en acción el sistema Rear Cross Traffic Alert (RCTA), que advierte de la presencia de un vehículo acercándose por detrás. Gracias a este aviso, el conductor puede frenar a tiempo y continuar la maniobra con seguridad, eliminando el riesgo de impacto con otro coche, ciclista o incluso peatón en puntos ciegos.
Circulando por la ciudad, rumbo al colegio, un peatón cruza inesperadamente la calzada. El sistema Dual Sensor Brake Support (DSBS II) detecta la presencia humana y, en fracciones de segundo, lanza una advertencia y acciona los frenos automáticamente para evitar el atropello.
Ya de camino al trabajo, al incorporarse a una vía rápida de circunvalación, el control de velocidad adaptativo entra en acción. Cuando se activa en el volante el sistema utiliza el radar de ondas milimétricas y la cámara monocular para medir la distancia con el vehículo que circula por delante y acelerar o reducir la velocidad según sea necesario para mantener una distancia determinada. Si la carretera está despejada, mantendrá la velocidad a la que circulaba el vehículo cuando se activó el sistema. Mientras tanto, el asistente de mantenimiento de carril ayuda a que el vehículo permanezca centrado en su trayectoria, reduciendo la fatiga del conductor y mejorando el confort.
Durante un adelantamiento, el sistema de detección de ángulo muerto (BSM) avisa de la presencia de otro vehículo fuera del campo de visión. En caso de que el conductor indique con el intermitente su intención de cambiar de carril y haya peligro, el asistente de cambio de carril (LCA) alerta de forma activa, incluso interviniendo ligeramente sobre la dirección si es necesario.
Ya de noche, al regresar a casa, el asistente de luces de largo alcance (HBA) adapta automáticamente el haz de luz para no deslumbrar a otros conductores cuando el vehículo circula a velocidades superiores a 40Km/h, mientras el reconocimiento de señales de tráfico recuerda los límites de velocidad vigentes. Además, el sistema de monitorización del conductor supervisa el comportamiento al volante y alerta si detecta signos de fatiga o distracción, mientras la cámara Omniview 360° muestra al conductor obstáculos en maniobras de aparcamiento o giros cerrados, mejorando la visibilidad completa del entorno.
En una parada rápida para repostar, el sistema de control de presión de neumáticos (TPMS) detecta una pérdida de presión en la rueda delantera izquierda. El aviso aparece en el panel de instrumentos, permitiendo al conductor revisar el neumático antes de retomar el viaje. Esta alerta evita el riesgo de un pinchazo o un desgaste irregular, que podría comprometer la estabilidad del vehículo en carretera.
Una jornada cualquiera, más segura con Suzuki
Una familia se dispone a iniciar su rutina diaria: llevar a los niños al colegio, ir al trabajo, hacer la compra y regresar a casa. El conductor se sienta al volante del Suzuki S-Cross, donde la tecnología empieza a actuar incluso antes de arrancar. El vehículo detecta que uno de los pequeños no se ha abrochado el cinturón y lanza una alerta visual y sonora para solucionarlo.

Circulando por la ciudad, rumbo al colegio, un peatón cruza inesperadamente la calzada. El sistema Dual Sensor Brake Support (DSBS II) detecta la presencia humana y, en fracciones de segundo, lanza una advertencia y acciona los frenos automáticamente para evitar el atropello.
Ya de camino al trabajo, al incorporarse a una vía rápida de circunvalación, el control de velocidad adaptativo entra en acción. Cuando se activa en el volante el sistema utiliza el radar de ondas milimétricas y la cámara monocular para medir la distancia con el vehículo que circula por delante y acelerar o reducir la velocidad según sea necesario para mantener una distancia determinada. Si la carretera está despejada, mantendrá la velocidad a la que circulaba el vehículo cuando se activó el sistema. Mientras tanto, el asistente de mantenimiento de carril ayuda a que el vehículo permanezca centrado en su trayectoria, reduciendo la fatiga del conductor y mejorando el confort.

Ya de noche, al regresar a casa, el asistente de luces de largo alcance (HBA) adapta automáticamente el haz de luz para no deslumbrar a otros conductores cuando el vehículo circula a velocidades superiores a 40Km/h, mientras el reconocimiento de señales de tráfico recuerda los límites de velocidad vigentes. Además, el sistema de monitorización del conductor supervisa el comportamiento al volante y alerta si detecta signos de fatiga o distracción, mientras la cámara Omniview 360° muestra al conductor obstáculos en maniobras de aparcamiento o giros cerrados, mejorando la visibilidad completa del entorno.
