
Misión cumplida. El EBRO Audax Motorsport ha completado con éxito su histórico debut en el Mundial FIA de Rally-Raid (W2RC) al finalizar su participación en el Rally de Marruecos. Tras seis exigentes jornadas y 2.299 kilómetros (1.478 cronometrados), el EBRO s800 XRR T1+ pilotado por Laia Sanz ha cruzado la meta final en una positiva 20ª posición absoluta (18ª de la categoría Ultimate).
El bautismo de fuego del equipo se salda con un balance excelente. El Rally de Marruecos ha sido un test ideal en condiciones reales de carrera que ha permitido rodar el equipo, probar la fiabilidad del vehículo y sacar conclusiones cruciales para preparar el gran desafío del Rally Dakar 2026.
“Ha sido un gran inicio para nosotros. El proyecto es muy nuevo y estoy muy ilusionada, porque creo que el ritmo puede ser muy bueno. Estoy muy agradecida por el esfuerzo que ha hecho todo el equipo mejorando el coche cada día. Nos queda un poco de trabajo aún por hacer para el Dakar, pero estaremos a punto”, vaticina Laia Sanz.
La 20 veces campeona del mundo y su copiloto, Taye Perry, empezaron con buen pie el rally. Rápidamente se situaron entre los 20 primeros de la clasificación general, desde donde fueron escalando posiciones día a día hasta instalarse en el top 15 antes de la última jornada.
Un inoportuno contratiempo técnico que se ha reproducido en las dos especiales cronometradas disputadas este viernes, de 216 y 31 kilómetros, respectivamente, ha obligado a la pareja hispano-sudafricana a detenerse cerca de una hora a 20 kilómetros de la meta hasta que ha podido retomar la marcha y finalizar la carrera.
“Estábamos haciendo una buena etapa, dando pasitos adelante en el coche y sintiéndonos cada vez mejor, pero a final de la primera especial nos hemos quedado sin dirección asistida y nos ha costado mucho terminar los últimos 15 kilómetros, que además eran de dunas. Luego, en la segunda especial, la del Power Selective Section, nos ha vuelto a pasar lo mismo y hemos tenido que parar a reparar y hemos perdido casi una hora. Me quedo con la parte positiva: las horas de entrenamiento, las mejoras que hemos hecho en el coche y que seguiremos haciendo para llegar al Dakar preparados”, asegura Laia Sanz.
Según Rafael Ruiz, presidente de EBRO EV MOTORS, “La competición es un acelerador de innovación. Lo que aprendemos en el Rally de Marruecos forma parte del ADN de EBRO: tecnología, esfuerzo y compromiso con el talento local. Nuestro objetivo es trasladar esa experiencia a toda nuestra gama de vehículos”.
El equipo se centrará ahora en analizar todos los datos y la información recopilada durante la carrera para implementar las mejoras necesarias en el vehículo de cara al Rally Dakar, que se disputará del 3 al 17 de enero en Arabia Saudí. La aventura en el desierto no ha hecho más que empezar.
El bautismo de fuego del equipo se salda con un balance excelente. El Rally de Marruecos ha sido un test ideal en condiciones reales de carrera que ha permitido rodar el equipo, probar la fiabilidad del vehículo y sacar conclusiones cruciales para preparar el gran desafío del Rally Dakar 2026.
“Ha sido un gran inicio para nosotros. El proyecto es muy nuevo y estoy muy ilusionada, porque creo que el ritmo puede ser muy bueno. Estoy muy agradecida por el esfuerzo que ha hecho todo el equipo mejorando el coche cada día. Nos queda un poco de trabajo aún por hacer para el Dakar, pero estaremos a punto”, vaticina Laia Sanz.
La 20 veces campeona del mundo y su copiloto, Taye Perry, empezaron con buen pie el rally. Rápidamente se situaron entre los 20 primeros de la clasificación general, desde donde fueron escalando posiciones día a día hasta instalarse en el top 15 antes de la última jornada.
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Un inoportuno contratiempo técnico que se ha reproducido en las dos especiales cronometradas disputadas este viernes, de 216 y 31 kilómetros, respectivamente, ha obligado a la pareja hispano-sudafricana a detenerse cerca de una hora a 20 kilómetros de la meta hasta que ha podido retomar la marcha y finalizar la carrera.
“Estábamos haciendo una buena etapa, dando pasitos adelante en el coche y sintiéndonos cada vez mejor, pero a final de la primera especial nos hemos quedado sin dirección asistida y nos ha costado mucho terminar los últimos 15 kilómetros, que además eran de dunas. Luego, en la segunda especial, la del Power Selective Section, nos ha vuelto a pasar lo mismo y hemos tenido que parar a reparar y hemos perdido casi una hora. Me quedo con la parte positiva: las horas de entrenamiento, las mejoras que hemos hecho en el coche y que seguiremos haciendo para llegar al Dakar preparados”, asegura Laia Sanz.

El equipo se centrará ahora en analizar todos los datos y la información recopilada durante la carrera para implementar las mejoras necesarias en el vehículo de cara al Rally Dakar, que se disputará del 3 al 17 de enero en Arabia Saudí. La aventura en el desierto no ha hecho más que empezar.