Con la presencia de los representantes políticos, patrocinadores del evento y organizadores, el octavo que se celebra en Gran Canaria, y con buenas palabras por parte de todos, en el sentido de su continuidad en esta isla, cosa que dudamos, ya que no se ha visto el entusiasmo de otros años para que eso pueda suceder.

El estado del Circuito Islas Canarias, igual o peor que el primer año, ya que nadie se ocupa de un mínimo mantenimiento, quizás sea la disculpa de alguno para que Canarias pierda este espectáculo.

Parece que fue ayer cuando se consiguió traer la Carrera de Campeones, y después de ocho años, el que llegue Diciembre del 2000 y no tengamos estos tres días para disfrutar de las evoluciones de los mejores pilotos del mundo, algunos se preguntarán el porqué se dejó escapar.

Pero ello será consecuencia de lo que por aquí siempre ocurre. No apreciamos lo que tenemos, no lo cuidamos, hasta que nos abandona y lo perdemos.

Ocho años para poner en condiciones algo más decente el circuito de Hoya Niebla no han bastado, y año tras año, con prisas, en los últimos quince días, a gastar dinero para que lo que se ve en el exterior sea medianamente llamativo

Ocho años para programar la continuidad de algo que, según los datos, ha reportado unos beneficios millonarios en audiencias televisivas y de promoción de nuestra tierra, no han bastado.

Será la última carrera del milenio. Se hará en Gran Canaria, pero ha faltado el coraje, la previsión y las ganas de defender lo nuestro, para que fuera realidad su continuidad en nuestra tierra.

No cabe duda que tenemos lo que nos merecemos.