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Envidia, pura envidia...¡¡

Por Emilio Macías

No es otra cosa lo que nos asalta cuando vemos como nuestros vecinos de la isla del mimbre y del vino tienen un rallye digno que ha ido mejorando con los años, tal vez macerado en barrica de roble y como los buenos caldos, se va mejorando con los años.

El que un organizador puede decir a boca llena que su rallye lo puedan ver 240 millones de espectadores merced al contrato con Eurosport tras haber llegado al acuerdo para que el Rallye de Madeira figure dentro del calendario del IRC para los próximos tres años no puede producir otra cosa que pura envidia.

Aunque no es solo esa razón. Es que hay otra quizás más arrolladora: La edición del 2007 podrá contar dentro de sus 90 participantes con no menos de 30 que puedan optar por la victoria. Eso es tener caché y lo demás son ganas de marear la perdiz.

El Rallye de Madeira ha conocido participaciones canarias como los hermanos Ponce, Copi Capdevila, Manolo Acosta o Angel Dávila (q.e.p.d), entre otros e incluso llegó a ser puntuable para alguno de nuestros propios campeonatos, que en la presentación realizada en nuestra isla y con motivo de la puesta en marcha de la línea Canarias-Madeira de Juan Armas podría volver a tomar sentido.

Pero siguiendo con la envidia que nos produce este rallye no podemos pasar por alto lo que ha sido la clave del éxito de esta prueba, que no es otra que la implicación de toda la isla por su prueba bandera. Desde el gobierno autónomo pasando por el resto de instituciones públicas y privadas le han dado un apoyo que mas quisiéramos aquí para nuestras pruebas. Y un dato: En su momento se pudieron permitir el lujo de rechazar el patrocinio de una marca tabaquera, la misma que a nosotros nos salvó la vida durante muchos años, por una simple razón: Allí impera el criterio del producto autóctono. Allí se vende el producto de la tierra y se promociona la isla como un todo.
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