Fundada en 2003 en Palo Alto (California), Tesla es una de las empresas más valiosas del mundo, con cerca de 824 billones de dólares. Curiosamente, Elon Musk, cara visible de la compañía, no fue socio fundador de la misma, sino que en sus inicios participó como principal inversor y posteriormente se convirtió en presidente.
Si bien la startup dedicada a la fabricación de vehículos eléctricos, baterías y paneles solares no fue fundada por Musk, no hay duda de que el empresario (entre otras muchas facetas) se posiciona como la pieza clave de su éxito a nivel internacional. La compañía es todo un referente en la producción de automóviles que respetan el medio ambiente, tanto que incluso hay quien trata de dar ideas a Musk sobre nuevos nichos de mercado. Este es el caso de Hussain Almossawi, un artista que en enero hizo creer a todo el mundo que Tesla se lanzaba al mercado deportivo creando sus propias botas de fútbol. Con un diseño futurista, las botas ideadas por Almossawi corrieron como la pólvora por Internet, y aunque por el momento no serán una realidad (con Musk al mando nunca se sabe), lo cierto es que consiguieron hacer las delicias de los fanáticos del deporte rey.
Lo que sí es una realidad es el crecimiento exponencial de Tesla y de la venta de sus vehículos eléctricos en todo el mundo. Las normativas de numerosos países en cuanto a las emisiones de CO2 señalan un cambio obligatorio a medio plazo hacia este tipo de automóviles. En este sentido, los usuarios tienden a optar por alguno de los modelos de la compañía californiana por dos motivos principales: la experiencia de la empresa en el sector frente a otros fabricantes y la gratuidad en sus puntos de carga.
En relación a este último aspecto, recientemente se ha conocido que Tesla cuenta ya con más de 6.000 supercargadores repartidos por toda Europa. En el caso concreto de España, la compañía cuenta con 248 de estos cargadores de gran potencia (150 kW) en 35 puntos diferentes de la Península. Se trata de una cifra muy elevada si tenemos en cuenta que hace solo 8 años desde que Tesla instalara el primer punto de carga en Noruega. Así, desde 2013 la empresa no ha dejado de ampliar su red europea de supercargadores, la cual experimentó un punto de inflexión tras el lanzamiento al mercado del modelo Model 3, el vehículo de la firma más demandado por los usuarios.
En esta continuada expansión por Europa, no obstante, se han llevado a cabo diversas modificaciones en cuanto a la estrategia comercial. Así, mientras en un inicio los puntos de carga contaban con un total de 7 supercargadores, hoy en día este número varía en función a la demanda de la zona en cuestión en la que se localice la estación de carga. De esta forma, en Noruega, país europeo con mayor número de ventas de vehículos eléctricos, es posible encontrar puntos de carga que cuentan con hasta 44 supercargadores. En España, donde la compra de eléctricos Tesla ha aumentado aunque todavía se sitúa muy lejos de las cifras del país nórdico, las zonas dedicadas a la carga gratuita de los vehículos siguen contando con 7 supercargadores.
Si bien estos puntos de carga son los más demandados por los conductores, pues permiten la carga completa del coche en un tiempo más reducido que con otros cargadores, no son los únicos que Tesla ha distribuido en el viejo continente. Además de los espacios con supercargadores, la empresa liderada por Elon Musk también desplegó una red denominada como “carga en destino”. En este caso, se trata de puntos que cuentan con cargadores que no son tan veloces como los supercargadores y que se instalaron de manera gratuita en establecimientos como centros comerciales u hoteles. Eso sí, Tesla exigió a estos espacios que no se cobrase a los usuarios por emplearlos. Asimismo, cada conductor europeo en propiedad de cualquiera de los modelos de Tesla cuenta en su hogar con un cargador wallbox.
Este crecimiento en el número de puntos de carga en Europa no hace sino confirmar la gran acogida de la apuesta de Tesla por transformar el mundo de la automoción. No en vano la compañía ha hecho público que los conductores de vehículos de su firma han recorrido ya los kilómetros suficientes como para ir y volver a la Luna la friolera de 3.000 veces, empleando para ello la red de supercargadores.
Si bien la startup dedicada a la fabricación de vehículos eléctricos, baterías y paneles solares no fue fundada por Musk, no hay duda de que el empresario (entre otras muchas facetas) se posiciona como la pieza clave de su éxito a nivel internacional. La compañía es todo un referente en la producción de automóviles que respetan el medio ambiente, tanto que incluso hay quien trata de dar ideas a Musk sobre nuevos nichos de mercado. Este es el caso de Hussain Almossawi, un artista que en enero hizo creer a todo el mundo que Tesla se lanzaba al mercado deportivo creando sus propias botas de fútbol. Con un diseño futurista, las botas ideadas por Almossawi corrieron como la pólvora por Internet, y aunque por el momento no serán una realidad (con Musk al mando nunca se sabe), lo cierto es que consiguieron hacer las delicias de los fanáticos del deporte rey.
Lo que sí es una realidad es el crecimiento exponencial de Tesla y de la venta de sus vehículos eléctricos en todo el mundo. Las normativas de numerosos países en cuanto a las emisiones de CO2 señalan un cambio obligatorio a medio plazo hacia este tipo de automóviles. En este sentido, los usuarios tienden a optar por alguno de los modelos de la compañía californiana por dos motivos principales: la experiencia de la empresa en el sector frente a otros fabricantes y la gratuidad en sus puntos de carga.
En esta continuada expansión por Europa, no obstante, se han llevado a cabo diversas modificaciones en cuanto a la estrategia comercial. Así, mientras en un inicio los puntos de carga contaban con un total de 7 supercargadores, hoy en día este número varía en función a la demanda de la zona en cuestión en la que se localice la estación de carga. De esta forma, en Noruega, país europeo con mayor número de ventas de vehículos eléctricos, es posible encontrar puntos de carga que cuentan con hasta 44 supercargadores. En España, donde la compra de eléctricos Tesla ha aumentado aunque todavía se sitúa muy lejos de las cifras del país nórdico, las zonas dedicadas a la carga gratuita de los vehículos siguen contando con 7 supercargadores.
Si bien estos puntos de carga son los más demandados por los conductores, pues permiten la carga completa del coche en un tiempo más reducido que con otros cargadores, no son los únicos que Tesla ha distribuido en el viejo continente. Además de los espacios con supercargadores, la empresa liderada por Elon Musk también desplegó una red denominada como “carga en destino”. En este caso, se trata de puntos que cuentan con cargadores que no son tan veloces como los supercargadores y que se instalaron de manera gratuita en establecimientos como centros comerciales u hoteles. Eso sí, Tesla exigió a estos espacios que no se cobrase a los usuarios por emplearlos. Asimismo, cada conductor europeo en propiedad de cualquiera de los modelos de Tesla cuenta en su hogar con un cargador wallbox.
Este crecimiento en el número de puntos de carga en Europa no hace sino confirmar la gran acogida de la apuesta de Tesla por transformar el mundo de la automoción. No en vano la compañía ha hecho público que los conductores de vehículos de su firma han recorrido ya los kilómetros suficientes como para ir y volver a la Luna la friolera de 3.000 veces, empleando para ello la red de supercargadores.
