Publicidad
Publicidad
A Todo Motor Store

Industria automotriz española en la encrucijada

La crisis energética europea y económica mundial causan estragos

Artículo patrocinado
Artículo patrocinado
La crisis energética europea y económica en el mundo ha causado estragos importantes en todos los sectores de la industria. El encarecimiento de las materias primas y los problemas de suministro son algunas de las dificultades más notorias.

La producción automovilística no ha estado exenta de esta situación. Además, debido a la emergencia sanitaria, recientemente se produjo la suspensión temporal de la actividad económica. Esto ocasionó una merma en el rendimiento del montaje de coches.

Por otro lado, la tensión internacional y el cierre del suministro de gas hacia Europa por parte de Rusia oscurecen las perspectivas del sector. La industria automotriz española enfrenta numerosos retos y es posible que se resienta aún más en los próximos meses.

La incertidumbre se apodera del sector automotor

El contexto de incertidumbre económica ha generado serios problemas en lo que respecta al desarrollo de la actividad automóvil. La producción de vehículos se aleja paulatinamente de su ritmo habitual.

Otro indicador de referencia tiene que ver con el cierre de los concesionarios y plantas. La disminución de las ventas de coches nuevos provoca un mayor envejecimiento del parque móvil español.

Además de afectar la economía y ocasionar una caída significativa en el volumen de empleo, el uso de coches más antiguos provoca un incremento importante en el número de siniestros.

Las grandes marcas de reconocimiento mundial suman sus esfuerzos para mantenerse a flote. Ante el nuevo escenario económico, han decidido paralizar algunos proyectos y retrasar inversiones que estaban previstas incluso antes de la llegada de la pandemia.

No obstante, las compañías automotrices históricamente han sido muy buenas fuentes de trabajo. Solo basta ver las reseñas de empresas conocidas. Pasada esta coyuntura, siempre serán excelentes opciones laborales.

Fuentes de empleo seriamente comprometidas

La crisis de los microchips estrangula los procesos productivos. El desabastecimiento de estas piezas esenciales retrasa aún más la recuperación de la industria. En los últimos meses se han perdido miles de puestos de trabajo.

La situación no parece mejorar en lo inmediato y los pronósticos son poco esperanzadores. No obstante, algunos fabricantes mantienen sus expectativas de que tal vez las cifras cambien a favor más o menos para mediados del próximo año.

Mientras tanto, la fabricación de automóviles con mecánica alternativa es una opción que está latente. Las agendas están paralizadas pero el proceso de transición al coche eléctrico en Europa es un proyecto que las grandes organizaciones esperan retomar muy pronto.

Aunque muchos trabajadores especializados en el contexto automotriz están parados, apartan tiempo para conocer las empresas y opiniones de los que trabajan en ellas. En Internet hay plataformas diseñadas para obtener este tipo de información.

Por otro lado, es necesario destacar que la nueva reforma laboral aborda cambios importantes en lo que respecta a las formas de contratación, asegurar la estabilidad en el empleo y crear una transformación profunda del mercado de trabajo.

2022: un año de retos para la industria automotriz

La industria automotriz no es inmune a los diferentes desafíos de la crisis económica mundial. Se trata de un hecho real que perturba el desarrollo y la producción de coches. Además, el desgaste de la pandemia ha afectado y sigue afectando al tejido empresarial español.

Afrontar todos estos imprevistos no parece tan sencillo. Es necesario crear estrategias, generar cambios y redefinir los procesos. Hay que llevar a cabo una transformación cultural y propiciar la inversión en nuevas tecnologías.

Hay que promover y desarrollar modelos comerciales novedosos y adaptados a las tendencias de última vanguardia. Los incentivos del gobierno deben impulsar la unificación de los grandes mercados.

Hay que implementar tácticas eficaces para incrementar la producción de vehículos que estén alineados con las necesidades de los usuarios. Igualmente, establecer programas de financiación para equilibrar la oferta y demanda.

Fijar criterios de producción que incluyan la sostenibilidad como elemento central. Igualmente, hay que diseñar paquetes de apoyo económico para la compra de coches, como también subsidios atractivos para incentivar las adquisiciones. Apostar por las tecnologías limpias que contribuyan al cuidado del medio ambiente.

Una fuente de trabajo constante

La fabricación de un coche implica la manufactura de una gran cantidad de elementos. El proceso de ensamblaje podría decirse que es la fase final en la que se unen las distintas partes que las conforman. Piezas que se alinean a la perfección para obtener como resultado un vehículo en perfecto orden de marcha.

La industria automotriz española está integrada por un conjunto de organizaciones y compañías que se dedican a diseñar, desarrollar, fabricar y vender coches. Y en todas ellas el elemento humano es indispensable.

No solo las compañías de marcas reconocidas y de amplia trayectoria deben apostar por las nuevas formas de producción. También es necesario que se sumen las pequeñas y medianas empresas.

Pese a que las estadísticas son desalentadoras, el panorama puede cambiar. Es imprescindible crear espacios que favorezcan el diálogo entre los empleadores, empleados y clientes. Tal vez surjan ideas creativas que cambien el curso de la historia automotriz.
Publicidad