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El Villa de Santa Brígida desde el Ford Fiesta R2

Por David Rivero Suárez

 David Rivero Suárez
David Rivero Suárez
Antes de empezar a contaros mis vivencias del rally de Santa Brígida me gustaría agradecer esta oportunidad. A Todo Motor es una página consolidada durante todos estos años y han contado conmigo, copiloto de escasa experiencia, para narrar mis vivencias.

Todos habéis disfrutado de este rally este pasado fin de semana pero para los que tenemos que correr, la prueba empieza varias semanas antes. En mi caso mes y medio antes. Empezó el día que se confirmaba mi presencia en el mejor equipo de Canarias. Era un reto difícil suplir al plurivictorioso Mahy García, gran copiloto con una dilatada trayectoria y que ha guiado los primeros años en los rallies de Enrique Cruz. Reto difícil pero ilusionante el que se me presentaba. A partir de ese día tocaba organizar todo para que el día 19 no fallara nada y se pudieran cumplir nuestros propósitos que no eran otros que lograr la victoria en nuestra categoría.

Tras los reconocimientos previos para familiarizarnos con los tramos, llegamos a la semana del rally. Los nervios se acrecientan con el paso de los días y la cercanía de la fecha señalada. Hay que revisar una y otra vez todo para no dejar cabos sueltos intentando no dejar nada para el último día.

Quedaban 24 horas para subirme al Fiesta R2 por primera vez, eso se produjo a primera hora del sábado pero aun había algo de trabajo pendiente. Antes de llegar el momento clave había que repasar notas por última vez y para ello tuvimos el viernes por la mañana. Terminado los reconocimientos al mediodía tocaba prepararse para las verificaciones. A primera hora de la tarde en Santa Brígida ya estaba todo preparado para empezar y tras la preceptiva Ceremonia de salida ya sólo quedaba descansar para estar fuertes el sábado.
 David Rivero Suárez
Llegado el día clave, la hora de levantarse se adelantaba pues dormir la noche antes de un día especial es complicado. Desayuno ligero y hacia el parque que el equipo espera. Al llegar, el coche está en burras y los mecánicos a su alrededor. El jefe nos da las últimas consignas antes de partir en la que nos indica que salgamos sin presión pues el conocimiento de los tramos de nuestro rival lo hacen partir como favorito. Todo listo, nos ponemos el casco y partimos hacia el primer tramo.

Empieza lo bueno, 10.22 de la mañana y arrancamos. Las sensaciones son espectaculares, el fiesta R2 se comporta de manera fantástica aunque en las zonas de potencia faltan caballos. Los seis kms pasan muy rápidos y llegados al control stop el tiempo parece bueno. Cuando nos llega el tiempo de nuestro rival nuestras sensaciones se confirman, seis segundos a nuestro favor. Buen colchón a favor pero no nos podíamos relajar. Sin tiempo de descansar, tramo de San Mateo. Este tramo era el predilecto para nosotros pues el ritmo aquí es muy alto y es un tramo divertido. Una vez llegados a meta se confirman nuestras previsiones, esa bajada es de lo más bonito que he vivido en rallies, ritmo muy alto y sensación de que el coche va flotando de atrás. En este tramo la distancia es menor y ello nos hace mantenernos alerta.

Tras un largo enlace hasta la Higuera Canaria podemos ver lo bueno y lo malo de estos dos tramos. Corregimos algunos detalles, analizamos los tiempos y decidimos seguir con la misma consigna. Si nos relajamos nos caerán segundos y de momento todo va mejor de lo previsto. El tercer tramo es de una increíble velocidad en su primera parte, pues sus dos primeros kms fueron cubiertos a una media aproximada de 120 km/h. Esta parte y las rápidas enlazadas posteriores al cruce de La Gavia son donde la confianza en el piloto llega a su mayor grado. Volvemos a ganar por escaso margen y salimos dispuestos a afrontar el último tramo de la sección. Segunda pasada por Pino Santo, corrigiendo algún detalle respecto a la primera pero llevándonos el mayor susto del día pues en la parte final de bajada el fiesta decide hacer completamente de costado una curva muy rápida. Pasado el susto, llegamos a meta mejorando el tiempo de la primera y confirmando que nuestro rival salía más relajado que nosotros pues la diferencia ahora era bastante menor.
Enrique Cruz Ramos - David Rivero Suárez
Primera asistencia, el equipo contento con nosotros y dispuestos a revisar todo para poder acometer lo que nos queda. Pero no hay momento para el relax. Análisis exhaustivo de tiempos, conversaciones con los mecánicos señalando puntos a mejorar, reponer fuerzas y ver las partes mejorables de cara a las segundas pasadas por los tramos a repetir. Todo listo, se acaban los 50 minutos de asistencia y a volver a la batalla.

Ahora empezamos por San Mateo y con un intenso calor que puede hacer mella en neumáticos y en nosotros mismos. Tras la primera parte de subida el ritmo se aumenta y llegamos a mitad de tramo rebajando nuestro tiempo de la pasada anterior. Volvemos a disfrutar de la bajada aunque con más dificultad debido al calor que impide un agarre perfecto. Llegados a meta se confirma la rebaja de tiempo y siguen aumentando las diferencias. En la segunda pasada por La Atalaya, volvemos a bajar nuestro tiempo y otros cinco segundos nos hacen tener una diferencia de 24 a mitad del rally. Buena renta pero con dos pasadas aún por el tramo más complicado y donde se puede perder todo. Pero llegados a la salida de este tramo vemos salir los bomberos y tramo neutralizado por accidente.

La segunda asistencia fue prácticamente igual a la primera. El equipo contento por como estábamos haciéndolo pero sin relajación pues todavía quedaban tres tramos. Nos piden prudencia y que no cometamos errores. Con esa intención salimos hacia el octavo tramo comprobando además como la climatología nos daba un respiro rebajando la temperatura para afrontar esta última sección.

Nada nuevo en la última pasada por los dos tramos que repetíamos. Lo único destacable es que seguimos mejorando los tiempos y que la ventaja no paraba de crecer. Sólo quedaba entonces pasar por Pino Santo. Nada de riesgos pues aquí es fácil cometer un error y perder todo. Arrancamos y van pasando los kms aunque la meta sigue lejos. Mucha gente animando, y nada de riesgos en las zonas complicadas. Llegados a meta el tiempo es bueno y esto nos asegura la victoria en la R2.

Corto camino hasta la asistencia final. Allí nos espera ese magnífico equipo que ha conseguido que el coche no de problemas y que el resultado final sea la victoria final dentro del grupo R2, pero que además se vea magnificado con la victoria en todos los tramos y con un décimo puesto de la general. El día ha salido perfecto salvo por un pequeño detalle. Cuando celebramos la victoria llegaba la noticia del grave accidente de Mingo y Rayco. A estas horas ya sabemos que están bien y que se recuperan de sus lesiones. Sólo les deseo que estén lo antes posible compartiendo con nosotros la rampa de salida de otro rally y disfrutando de este magnífico deporte. Lo único que me queda es agradecer a todos los que han animado y apoyado este fin de semana, especialmente a la familia y los amigos, y pedir disculpas por si se os ha hecho demasiado largo este resumen, pero fue tanto lo vivido que es complicado escribir menos líneas. Hasta pronto.
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