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¿ Dónde estaban las piedras ?

Por Emilio Macías

La cronología de los acontecimientos desde la llegada al control stop de Ricardo Avero al último tramo del Rallye Tenerife, Fronton-Martela, dejan a uno tremendamente perplejo.

Ultimo tramo del rallye: A la llegada al control stop, Ricardo Avero, en un tono que no es para nada habitual en él, denuncia que se ha encontrado piedras de gran tamaño en el tramo, que casi no le dejan pasar y que ha tenido que parar casi por completo. Su tiempo es 13.44, mejorando diez segundos el tiempo de la pasada anterior en este tramo, por lo que no entendemos donde pueden haber estado esos inconvenientes a los que hace referencia.

Llega a ese mismo lugar José María Ponce y no ha visto piedras por ningún lado.

Llega Sergio Vallejo al mismo control y terminan los peores momentos vividos por todo su equipo, ya que al escuchar las declaraciones anteriores, se siembra la incertidumbre de quienes estaban a punto de redondear la temporada con el triunfo de la F3 en el bolsillo, pensando que pueden ser ellos los que se encuentren con esas supuestas piedras y pueda acabar de mala forma un rallye que tanto les puede dar.

Llega Santi Concepción y más de lo mismo. No han visto piedras.

En posteriores averiguaciones, la caravana de vehículos de seguridad no vieron nada extraño en su paso previo por el tramo.

Posteriormente se declara públicamente que para Ricardo Avero acaba la temporada y que no acudirá a Maspalomas a intentar ser Campeón Regional.

A la mañana siguiente se despierta uno con la referencia de la prensa y no sale de su asombro cuando lee en portada "Avero gana el Isla Tenerife, boicoteado con piedras en la vía." Y en paginas interiores: "Sé quien ha sido el señor que ha mandado poner esas piedras" y que "él sabe que yo lo sé". "No me lo esperaba de un profesional. Parece que la guerra no se va a acabar", sentenció Avero, y lo leemos en La Opinión de Tenerife en la edición del 5 de Noviembre en crónica firmada por Domingo González.

¿Qué es todo esto? ¿Que se pretende aquí? ¿Que deportista en su sano juicio puede sentirse satisfecho de lograr un resultado gracias a las desventuras dirigidas de un contrincante directo?

En 27 años que uno lleva metido de lleno en el mundo del motor en Canarias, nunca había leído, oído ni visto que un obstáculo, que los ha habido en anteriores ocasiones aquí, en península y muchas pruebas internacionales, existan para un participante y no para el resto, por lo que no es nada creíble la versión que el piloto lagunero hace del tema, primero, por el tiempo realizado en el tramo y segundo, que en un minuto, tiempo de diferencia de paso entre un vehículo y otro, difícilmente puedan ser retiradas piedras de gran tamaño sin que nadie haya visto tal maniobra.

Tales manifestaciones empañan sobremanera la gran carrera realizada por Ricardo Avero en el Rallye, porque ahí están los tiempos, que son incontestables. Pero de ahí a sacar problemas personales al terreno deportivo va un enorme abismo.

Si aquí no se pone coto a semejantes barbaridades, esto puede llegar a un punto en que tengamos que lamentar malos mayores.

Alquien aquí está perdiendo los papeles y ya es hora de que se ponga freno. No se puede estar haciendo apología, no se puede seguir provocando como lo siguen haciendo determinadas personas.

No entiendo como se puede tener la cara dura de montar el número que se ha montado, metiendo al Rallye Tenerife en la polémica. Y sí que entiendo que la Federación Canaria debe tomar cartas en el asunto, dadas las graves acusaciones que se le hacen para con su rallye y para la afición de toda Canarias, que masivamente acudió a una prueba magníficamente organizada.
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